El Hombre que Ama la Palabra de Dios, también cuidará el Corazón de una Mujer

Leamos este testimonio…

Sobre el Amor de los Esposos.
EFESIOS 5

1- Así que sean imitadores de Dios, pues ustedes son sus hijos amados.

2- Sigan el camino del amor así como Cristo nos amó y ofrendó su vida por nosotros como un sacrificio voluntario cuyo agradable olor sube a Dios.

3- Ustedes son el pueblo santo de Dios; por lo tanto, ¡entre ustedes no debe existir ni la más mínima indicación de inmoralidad sexual ni ningún otro exceso!

4- Tampoco digan groserías, tonterías, ni hagan bromas vulgares, pues no convienen; más bien, den gracias a Dios.

5- Pues pueden estar seguros de que el que cometa pecados sexuales no tendrá parte en el reino de Cristo y de Dios, ni el que haga inmoralidades, ni tampoco el que siempre quiera tener más cosas para sí, porque eso es como adorar a un dios falso.

6- No permitan que nadie los engañe con ideas falsas porque Dios se enoja con los que no lo obedecen.

7- Así que no tengan nada que ver con esa clase de gente

8- Porque ustedes estaban antes en la oscuridad, pero ahora están en la luz del Señor. Por lo tanto, vivan como hijos que pertenecen a la luz.

9- La luz trae bondad, justicia y verdad en abundancia.

10- Traten de aprender qué es lo que agrada al Señor.

11- No participen de los actos sin fruto que se hacen en la oscuridad, más bien desenmascárenlos

12- Pues hasta da vergüenza hablar de lo que esa gente hace a escondidas.

13- Todo lo que se expone a la luz, se puede ver con claridad,

14- Pues todo lo que se saca a la luz se convierte en luz. Por eso decimos:

«Despiértate, tú que duermes,
levántate de entre los muertos,
y Cristo te iluminará».


15- Por eso hay que tener mucho cuidado con la forma de vivir. No vivan como la gente necia, sino con sabiduría.

16- Esto quiere decir que deben aprovechar toda oportunidad para hacer el bien, porque estamos en una época llena de maldad.

17- No sean tontos, mejor traten de entender cuál es la voluntad del Señor.

18- No se emborrachen, porque así echarán a perder su vida, mejor llénense del Espíritu Santo.

19- Anímense entre ustedes con salmos, himnos y cantos de alabanza. Canten de corazón melodías al Señor.

20- Siempre den gracias por todo a Dios Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Cristo y la pareja

21- Sírvanse unos a otros por respeto a Cristo.

22- Esposas, estén dispuestas a servir a su esposo, así como sirven al Señor.

23- El esposo es la cabeza de la esposa, así como Cristo es la cabeza de la iglesia. Cristo es el Salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo.

24- Así como la iglesia sirve a Cristo, también la esposa debe servir en todo a su esposo.

25- Esposos, amen a su esposa así como Cristo amó a la iglesia y entregó su vida por ella.

26- Cristo murió para hacer que la iglesia fuera declarada santa, purificándola con el lavamiento del agua y un pronunciamiento suyo,

27- Para presentársela a sí mismo como una novia, llena de esplendor y belleza. Cristo murió para que la iglesia fuera pura, sin mancha ni arruga, ni nada semejante.

28- El esposo debe amar a su esposa, así como ama a su propio cuerpo; el que ama a su esposa, se ama a sí mismo

29- porque nadie odia a su propio cuerpo. Todo lo contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo cuida a la iglesia

30- porque formamos parte de su cuerpo.

«El hombre dejará a su papá y a su mamá para unirse a su esposa y los dos serán un sólo ser».


32- Este es un misterio muy grande, pero tiene que ver con Cristo y la iglesia.

33- En todo caso, cada uno de ustedes ame a su mujer como a sí mismo, y la mujer respete a su marido.

Bendiciones para ti y tu familia en este hermoso día.


Texto original:

https://bit.ly/3rDwztY





El pan de cada Día:

«Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un sólo ser»

Génesis 2:24

Pastor Misionero Alberto Soledad


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Consérvala:



¡Dios nos Sostiene en el Tiempo de Sufrimiento!

Leamos este testimonio…

Dios puede perdonar y nos perdonará cuando nos acercamos a El por medio de su Hijo.

El libro de Hebreos relaciona el poder salvador de Dios con su poder creador. En otras palabras, el poder que le dio existencia al universo e hizo que se mantuviera funcionando es el mismo poder que quita (provee purificación para) nuestros pecados. Cuán erróneo es pensar que Dios no pueda perdonarnos. No hay pecado demasiado grande que el Rey del Universo no pueda quitar.

Las personas que no creen en el perdón de pecados son en la mayoría las mismas que no creen que el universo entero haya sido hecho; creado por Dios y su Poderosa Palabra; y por lo tanto viven una vida creyendo que se irán al cielo por sus obras. Es tremendo que no crean al sacrificio de Jesucristo en la cruz para el perdón de pecados pero si crean en sus propias obras para alcanzar la salvación de sus almas.

No sólo Jesucristo es la imagen misma de Dios, sino también es Dios mismo; el Dios que habló en la época del Antiguo Testamento. Es eterno; tuvo parte con el Padre en la creación del mundo. Es la plena revelación de Dios. No es posible tener una visión clara de Dios sin mirar a Cristo. El es la manifestación perfecta de Dios en un cuerpo humano.

Dios habló a su pueblo antiguo en diversos tiempos, en generaciones sucesivas y de maneras diversas, como le pareció apropiado; a veces, por instrucciones personales, a veces por sueños, a veces por visiones, a veces por influencia divina en la mente de los profetas.

La revelación del evangelio supera a la anterior en excelencia por ser una revelación que Dios ha hecho por medio de su Hijo. Al contemplar el poder, la sabiduría y la bondad del Señor Jesucristo, contemplamos el poder, la sabiduría y la bondad del Padre. La plenitud de la Deidad habita no sólo como en un tipo o en una figura, sino realmente en Él. Cuando, en la caída del hombre, el mundo fue despedazado bajo la ira y la maldición de Dios, el Hijo de Dios emprendió la obra de la redención, sustentándolas por su poder y bondad todopoderosa.

Nunca podremos estar suficientemente agradecidos que Dios nos haya hablado de la salvación en tantas formas y con claridad creciente, a nosotros, pecadores caídos. Que Él mismo nos haya limpiado de nuestros pecados es un prodigio de amor superior a nuestra capacidad de admiración, gratitud y alabanza.

La frase se sentó significa que se terminó la obra. El sacrificio de Cristo fue terminante. Y ahora todo se sostiene al igual que antes por su Palabra. Por su Palabra es que entramos al Reino de Dios, por su Palabra somos hechos realmente hijos de Dios y en su Nombre nos ha hecho más que vencedores. Por eso no hay obstáculos ni aflicciones ya sean de este tiempo o del venidero que puedan apartarnos de Él; porque lo dice su Palabra y su Palabra todo lo sostiene, aún a mí mismo; aunque no lo quiera reconocer.


Bendiciones para ti y tu familia en este hermoso día.


Texto original:

https://bit.ly/3XHSVGR





El pan de cada Día:

«Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra.

2 Corintios 9:8

Pastor Misionero Alberto Soledad


¡Mira también este video!

Bonita reflexión con el Payasito «Leito»:



¡Seguir a Jesús es Una Decisión Cotidiana!

Leamos este testimonio…

Para alcanzar una meta se necesita ser constante.

Cuando se trata de seguir a Cristo, necesitamos negarnos a nosotros mismos para alcanzar la corona de la vida. Busquemos al Señor cada día de una manera constante y no casual, no solamente cuando me acuerdo o tengo una necesidad…

Bendiciones para ti y tu familia en este hermoso día.

Nótese la primera frase de Jesús: «Si alguno quiere venir en pos de mí.»

Es bueno que escuchemos a Jesús mismo diciéndonos lo que significa
ser su discípulo. Sus palabras son claras e inequívocas: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame»…

Esta nos indica que seguir a Jesús es un acto espontáneo del corazón, un sentimiento de amor. Nadie puede seguir a Jesús si no le ama, si no ve en él atractivo. Cristo afirma la libertad del hombre para estar con él o en contra de él. Es usted el que decide.

  • Adán y Eva eran libres en el Edén.
  • Caín y Abel eran libres.
  • Josué y el pueblo de Israel estaban libres para servir a Jehová.

«Escogéos hoy a quien sirváis que yo y mi casa serviremos a Jehová.» Josué escogió servir a Jehová.

Así también es hoy día. Usted escoge servir al Señor; seguir a Jesucristo; amarle sobre todas las cosas.

Usted también puede escoger rechazar al Cristo como lo hizo el pueblo
de Israel al gritar: «Crucifícale; crucifícale». Usted en esta noche y todos los días y noches de su vida puede escoger ser enemigo de Jesucristo.

Pero si acaso escogéis servirle, es bueno saber lo que implica seguirle. Nótese ahora la segunda frase de Jesús: «Niéguese a sí mismo. Seguir a Jesús es un acto de negación que envuelve la voluntad.

Negarnos a nosotros mismos no es meramente negarnos a nosotros mismos
que en última instancia no nos perjudica mucho.

Negarnos a nosotros mismos significa decirle que no «al yo».

Es negarnos a vivir en términos de nuestra propia conveniencia.

Se dice de Moisés: “Por fe Moisés, hecho ya grande, rehusó ser llamado
hijo de la hija de Faraón; escogiendo antes ser afligido con el pueblo de
Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado. Teniendo por
mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los Egipcios,
porque miraba a la remuneración.

El apóstol Pablo se negó a vivir según su propia conveniencia. Negó su «yo», su orgullo, su idiosincrasia. El hijo pródigo también tuvo que negarse a sí mismo antes de poder reconciliarse con su padre. Todos conocemos su historia. El negó su pasado; su orgullo; su «yo»; sus placeres.

Así también es hoy día. El que quiera seguir a Jesús tiene que negarse a sí mismo, su yo, su orgullo, su placer, su mal hábito.

Dios les da poder a ustedes para hacerlo. «Venid a mí todos los que
estéis trabajados y cargados que Yo os haré descansar». Seguir a Cristo significa negarte a tí mismo. Hazlo en esta noche.

Ante nosotros está el Cristo de todos los tiempos que media su presencia
a través de su Espíritu Santo. Hubo incluso en la antigüedad caballeros que al recibir la visión del Santo Grial, oyeron decir: Sigue, sigue, sigue hoy.

Ante nosotros está el Cristo que te dice como le dijo a Pedro:
«Sígueme tú, aunque los demás no lo hagan.»


Texto original:

https://bit.ly/3rfDVUw





El pan de cada Día:

«He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oyere mi voz y abriere la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Apocalipsis 3:20

Pastor Misionero Alberto Soledad


¡Mira también este video!

Bonita reflexión con el Payasito «Leito»:



¡Siempre Se Trata de Tú Relación con Jesús! Dios está Contigo Siempre.

Leamos este testimonio…

Siempre se trató esta relación, de esta intimidad, de tu obediencia… SIEMPRE SE TRATABA DE TÚ Y YO.

Si al final las cosas no se iban a dar… El Señor me dijo «Juan Pablo», te pasé seis años por un desierto Y el resultado que tu esperabas no se dio. Pero es que nunca se trató del resultado.

Se trató de cada mañana cuando te doblabas de rodillas en tu cuarto y me llorabas y me buscabas Y me decías «Padre, ayúdame a hacer tu voluntad». «Padre, No quiero. Pero me rindo, Padre. Me está costando, pero no se trata de mi voluntad, sino de la tuya».

De eso se trataba. Se trataba de que vivieras de todo lo que yo te iba diciendo. Todo lo que yo te iba ordenando. Por eso es que hay veces en la vida que Dios te dice que hagas algo. Y al final el resultado no se dio como lo esperabas. Por eso es que a veces Dios te da órdenes.

Pero tú saliste en fe y tú saliste en obediencia y las cosas no se dieron. Y tú dices Señor, ¿Por qué? Porque se trataba de nuestra relación. De eso se trataba.

Lo hiciste. Pasaste la prueba. Pasaste la tentación. De eso se trataba. Porque siempre se trató de nuestra relación, de nuestra intimidad, de tu obediencia… SIEMPRE SE TRATABA DE TÚ Y YO.


¡Te envío un fuerte abrazo deseando te encuentres bien en compañía de tu familia!
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El pan del Día:

Le contestó Jesús —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará y haremos nuestra morada en él.

Juan 14:23

Pastor Misionero Alberto Soledad



¡Así como Dios pudo encender el sol, también puede dar luz a tu camino!

Reflexionemos…

Ten ánimo y no pierdas la esperanza, que Dios tiene el control de todas las cosas.

Así como Dios pudo encender el sol, también puede dar luz a tu camino. Ten ánimo y no pierdas la esperanza, que Dios tiene el control de todas las cosas, de tu vida y tu familia. Solamente confía en Él.

«La vida no está llena de problemas, está llena de retos,
los problemas te detienen, los retos te fortalecen».


¡Te envío un fuerte abrazo deseando te encuentres bien en compañía de tu familia!
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El pan del Día:

No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí,
te sostendré con la diestra de mi justicia.

Isaías 41:13

Pastor Misionero Alberto Soledad



¡No tengas miedo de lo que te puede pasar!

Reflexionemos…

No tengas miedo de lo que te pueda pasar, pues todo tiene un propósito en Cristo Jesús.

Nada, pero nada de lo que nos acontece es por casualidad, el propósito principal qué tiene Dios para nuestra vida es que ¡LE CONOZCAMOS Y SEAMOS SALVOS!

¡Qué tengas un excelente y bendecido fin de semana con toda tu familia!
Escucha este video:




¡Ánimo!
No tengan miedo,
Soy Yo!

(Mt 14,22-33)

Pastor Misionero Alberto Soledad




¡Dios Nos Da la Victoria!

Reflexionemos…

Las batallas de la vida son contínuas y no las gana el más fuerte, sino el que en ningún momento duda de que es Dios quien le da la victoria.

Andar en Victoria es seguir adelante, a pesar de cualquier obstáculo o rechazo que se presente, porque, todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.

¡Qué tengas un excelente y bendecido fin de semana con toda tu familia!




Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:14)

Pastor Misionero Alberto Soledad




Los hombres del Maestro

Reflexionemos…

Mat 10:2-4 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó.


Vivimos en una sociedad consciente de calificar.

Casi todo lo que haces requiere que alcances los estándares de alguien más. Debes calificar para comprar una casa, un carro, que obtengas una tarjeta de crédito o que puedas asistir a la universidad. En el mercado laboral, los trabajos más difíciles requieren gente con las más altas calificaciones.

Irónicamente, Dios usa a gente no calificada para lograr la tarea más importante del mundo: avanzar en el Reino de los Cielos. Siempre ha sido así: Adán y Eva sumergieron a la raza humana en el pecado. Lot se emborrachó y cometió incesto con sus propias hijas. Abraham dudó de Dios y cometió adulterio. Jacob engañó a su padre. Moisés era un asesino. David también, pero además fue un adúltero. Jonás se enojó cuando Dios mostró misericordia para con Nínive. Elías resistió a 850 falsos sacerdotes y profetas, pero huyó aterrorizado por una mujer (Jezabel). Pablo asesinó a cristianos, y la lista sigue y sigue.


El hecho es que nadie está completamente calificado para hacer la obra de Dios.

Es por ello que Él usa a gente incompetente. Quizá esa verdad puede ilustrarse más claramente con los doce discípulos quienes tenían numerosas debilidades humanas, diferentes temperamentos, diferentes habilidades y distintos orígenes, pero Cristo los usó para cambiar el mundo.


Veremos cómo eran personas comunes con un llamado único. Observaremos el proceso de capacitación por el que Jesús les hizo pasar porque sirve como un patrón para nuestro discipulado también.

Oro para que seas retado por sus fortalezas y seas animado por la forma en que Dios los usó a pesar de sus debilidades y fracasos. Él te usará también a medida que continúes cediendo tu vida a Él




«El hecho es que nadie está completamente calificado para hacer la obra de Dios. Oro para que seas retado por sus fortalezas y seas animado por la forma en que Dios los usó a pesar de sus debilidades y fracasos»

Pastor Misionero Alberto Soledad




Cuando Dios juzga, no quiere que su pueblo se atemorice.

Reflexionemos…

Cuando Dios juzga, no quiere que su pueblo se atemorice. Dios no viene para perjudicar, sino para defender a los justos.

El Señor quiere que te muestres valiente. Valiente.

Los que gozamos de la presencia de Dios, deberíamos demostrar
una gran fortaleza. El Señor puede venir de repente, por eso no
deberíamos ser sorprendidos por ninguna cosa repentina.



La serenidad en el peligro y en medio de las calamidades es un don precioso del amor divino.

El Señor quiere que sus escogidos tengan discernimiento para comprender que la ruina de los impíos no discernimiento es una calamidad para el mundo. La única calamidad es el pecado, el castigo que le sigue es como la sal que impide la corrupción de la sociedad.

Deberíamos indignarnos mucho más contra el pecado que nos merece el infierno, que no contra el mismo infierno, que es consecuencia fatal del pecado.

Asímismo, el pueblo de Dios debe manifestar la quietud de su espíritu. El diablo y su simiente están llenos de engaño; más los que están con Dios jamás caerán en sus lazos seductores.

Sigue adelante, tú que crees en Jesús y deposita en Jehová toda tu confianza.




«No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso»

Proverbios 3:25-26

— Pastor Alberto Soledad